Tras evaluar los seguros de salud privados en el anterior post, hoy queremos analizar la Sanidad ofrecida por la Seguridad Social. Sobre este tema tan complejo solamente nos atreveremos a plantear una serie de preguntas que nos preocupan. Posiblemente, en la búsqueda de las respuestas ciertas a estas preguntas encontraremos muchas soluciones a futuros problemas financieros.
Primera pregunta
Se habla mucho sobre la preocupante situación prevista para el sistema de pensiones público dentro de 15/30 años por los problemas demográficos de la sociedad española, pero… ¿no son mucho más preocupantes los retos a los que se enfrenta el sistema sanitario público universal actual? ¿no es en la tercera edad cuando se disparan los gastos de asistencia sanitaria?
Segunda pregunta
Actualmente el sistema sanitario público ya tiene muchas tensiones presupuestarias que en gran medida se gestionan a través de listas de espera. Es decir, reduciendo la cantidad de oferta para atender la demanda existente, pero… ¿si parece que dentro de 15/30 años la demanda se va a disparar mucho más, que se irá haciendo con la oferta? ¿se mantendrá en los niveles actuales? ¿con la inversión de la pirámide demográfica será posible recaudar suficientes impuestos para mantener estos crecimientos necesarios de la oferta?
Tercera pregunta
Todos tenemos anécdotas sobre el funcionamiento práctico de la sanidad pública actual. Unas positivas y otras negativas. A mi siempre me ha llamado la atención que hay gente que parece que tiene problemas con las listas de espera y otros que parece que tienen menos problemas. Es como que algunos “saben moverse” en el sistema y otros se mueven con torpeza. Unos están más conectados y otros están más despistados.
Hay colectivos como políticos, famosos o sanitarios para los que parece que las listas de espera son menos pesadas que para otros colectivos de gente más desfavorecida, pero… ¿no debería ser el sistema sanitario público igual de bueno o de malo para todos? ¿ no debería estar “mal visto” el lograr que te atiendan rápidamente, porque en la práctica eso supone que estás pasando por delante de otro que le atenderán más tarde? ¿Es sostenible un sistema en el que para casar la insuficiente oferta para atender la creciente demanda la gente termina buscándole los atajos al sistema?
Un profesor, compañero de ESCP Europe, que sabe más que yo sobre estos temas me contaba la situación actual en Grecia. Al parecer la oferta sanitaria pública no es suficiente para atender todas la necesidades de la población. Al final, parece ser que en la práctica, para que te atiendan bien lo que hay que hacer es pagar. Es decir, si pagas mucho te atienden muy bien y si pagas muy poco te atienden peor. Espero que no lleguemos a esto en España.